¿EL CONFLICTO ES DEL
ABOGADO O DE SU CLIENTE?
El abogado Perencejo fue consultado
por el Sr. Fulano, en referencia al problema que tiene con el Sr. Zutano,
su socio, amigo y compadre hace 25 años. El problema consistía
en que el Sr. Fulano, en vista de la emergencia de salud de su socio, quien
se encontraba inconsciente y en terapia intensiva, le prestó a la
esposa una importante suma de dinero. Gracias a Dios, el Sr. Zutano se
recuperó del problema se salud, sin embargo, estuvo de reposo un
año, durante el cual
la productividad de la empresa decayó, por múltiples razones.
El caso es que el Sr. Fulano, necesitaba el dinero para visitar a su madre
anciana que vivía en el exterior, por lo que
reiteradamente
le solicito a su socio que le
pagara el dinero que le prestó, sin ningún éxito. La
relación se deterioró a tal punto, que el Sr. Fulano, como
debía ausentarse del país por tres
meses, le consultó a
su apoderado abogado, a fin de que mediante sus buenos oficios, recuperara
el dinero. El Dr. Perencejo, después de infructuosas acciones
extrajudiciales, decide demandar el cobro de la suma adeudada, en base a
una letra de cambio vencida que la esposa del Sr. Zutano aceptó. El
abogado del demandado contestó la demanda en base a alegatos legales
que no vienen al caso. El Dr. Perencejo consignó sus escritos y ambos
profesionales se enfrascaron en una lucha de argumentaciones jurídicas.
Pasaron 5 años y el expediente se encuentra en casación.
No
es el objetivo de este artículo, emitir
juicio de valor sobre la conducta
de ninguno de los participantes de la querella. Deseo más bien resaltar
el importantísimo papel proactivo que los abogados juegan en la
búsqueda de la solución de los conflictos de sus clientes.
Cuando el profesional del derecho analiza un caso, está en la
obligación de manifestarle a su cliente su criterio profesional, de
una manera honesta, de acuerdo a su sapiencia y experiencia en la materia
y manifestarle las diferentes alternativas validas para lograr sus objetivos
e inclusive, de ser el caso, manifestarle que el derecho no le asiste en
su pretensión. Si todos los clientes tienen la razón, todos
los abogados ganarían todos los juicios, lo cual obviamente es imposible.
El resultado de una sentencia, es que
alguien gana y alguien pierde. Con mayor frecuencia de la que se quiere
admitir, los abogados al estudiar
los casos se limitan a ponderar
las aristas jurídicas y procesales del conflicto, según se
la perspectivas de sus clientes. Es común dejar a un lado el
análisis objetivo de
cómo influyeron, influyen e influirán las implicaciones personales
que la disputa tiene sobre
ambas partes, el conflicto y la solución. Volvamos al
ejemplo anterior, ambos abogados decidieron y convencieron a sus clientes
que la mejor alternativa era empuñar las banderas de la
argumentación jurídica, dejando a un lado el nexo personal,
familiar, societario, empresarial y para los que aún
piensan por la romana vieja,
del sacramental compadrazgo. Los ilustres
jurisconsultos se tomaron el conflicto para ellos, la meta
ya no era que una persona le pagara a la otra lo que le debía, dentro
de plazos y condiciones aceptables para ambos, sino demostrar cual de los
dos abogados sabe o domina mejor el derecho. El conflicto ahora es de los
abogados. En el expediente 96-112563 se puede leer:
Ilustre Magistrado, como se le ocurre
al Dr. Perencejo alegar esa barbaridad jurídica, eso es falso de toda
falsedad. Constan en autos, los
conceptos que supinamente emite el Dr.
Zambomba, apoderado de la
contraparte. La ignorancia de
los principios generales del derecho del Dr. Perencejo, es de tal magnitud
que coloca a su cliente en indefensión.
Es evidente que a mi representado le
asiste la razón, por lo tanto es ridícula y absurda, por ser
absolutamente contraria a derecho, la apelación de tan ilustrada sentencia
emanada de este excelso tribunal.
Ante este tribunal de alzada, interpongo
recurso de casación, contra la sentencia que declaró con lugar
la apelación de la contraparte. En el ínterin, el Sr.,
Zutano falleció, la viuda y su compadre son enemigos mortales, la
empresa quebró, el demandante no ha cobrado ni un centavo y los abogados
Perencejo y Zambomba, después de un lustro de reyerta jurídica,
esperan (sentados) la sentencia de casación para que les paguen sus
honorarios.
Con el artículo de este
mes la columna Punto A Favor
cumple, el primer
año de publicación
continua en Ambito Jurídico. Deseo expresar mi sincero agradecimiento
a todos los lectores y al personal de este prestigioso periódico,
por permitirme expresar mis ideas, referentes a los medios alternos de
resolución de conflictos. En fin, por publicar y por leer lo que he
escrito en este año. Gracias.
Autor. Dr. Oscar J. Franco O, Abogado Conciliador-Mediador.
e-mail:mediación@cantv.net
Presidente del Centro Venezolano de Conciliación y Mediación